CUATRO SUPEREXPERTAS TE DAN LAS CLAVES PARA INVERTIR SIN METER LA PATA: "NO PONER TU DINERO A TRABAJAR ES HOY UNA FALTA DE RESPONSABILIDAD"

No sé si soy la peor moderadora posible para esta mesa redonda o la mejor", abría quien esto escribe el debate que se celebraba un lunes de buena mañana en Espacio Bulevar, a muchas plantas sobre la Gran Vía madrileña, "porque soy el terror de los gestores financieros. Si por mí fuera, tendría el dinero debajo del colchón en vez de en el banco. Mi perfil es tan conservador que los asesores se llevan las manos a la cabeza".

Las invitadas al debate que nuestra revista organizaba con Bestinver (Acciona) -Marta Vila, especialista de Producto de esta firma; Tania Salvat, responsable de Negocio Institucional (Iberia) de BlackRock; Ana Guzmán, directora de Inversiones en Portocolom, y Elena Domecq, Sales Executive en JP Morgan- estuvieron de acuerdo: "Creo que eres la más adecuada. Tienes un perfil muy conservador, bastante común en España, donde casi el 40% de los ahorros está en depósito (que es como tenerlo debajo del colchón). Seguro que tu gestor te diría que pusieras ese dinero a trabajar para que te diera, a ser posible, rentabilidades positivas", arrancaba Elena Domecq. Ana Guzmán, coincidía... parcialmente, "porque representas a una gran parte de la población, pero no estoy de acuerdo contigo en que seas conservadora". ¿Cómo? "Sí, porque al pensar que tener el dinero bajo el colchón es conservador estás dejando pasar muchas oportunidades y perdiendo poder adquisitivo a largo plazo".

Tierra, trágame.

"Para que te hagas una idea", añadía entonces Marta Vila, "en 20 años en España, el IPC ha subido un 53%, es decir, los 1.000 euros de hace 20 años podrían ahora comprar la mitad de cosas. ¿Eso es ser conservador? Porque parece que lo que quieres es perder dinero, en vez de invertir en activos que batan a la inflación, que es la tendencia ahora".

Por qué las mujeres invertimos menos

Aclarado el asunto, nos metemos en harina. Según el IV Observatorio del Ahorro y la Inversión en España elaborado por Bestinver en colaboración con el IESE, el 46% de los hombres se declara inexperto en finanzas, una cifra que asciende al 64% entre las mujeres. Invertimos menos, ¿no nos gusta arriesgar? Explica Ana Guzmán: ·Ahí estamos ante un tema biológico, el nivel de testosterona y cortisol de hombres y mujeres. A más testosterona, mayor asunción de riesgos. Las mujeres, por regla general, tienden a asumir menos, por puro perfil biológico. Luego está el tema cultural: nosotras tendemos a preservar todo lo relacionado con la familia antes que ponerlo en juego. También están los sesgos contra los que todos estamos luchando, esa idea antigua de que la mujer sabe menos».

Y ahora, la pregunta del millón de euros: ¿Porque para invertir sí o sí hay que arriesgar?

Primer paso: pues eso, dar un paso

"Yo creo que para invertir tienes que dar el paso", dice Tania Salvat; "tú, por ejemplo, has dado el de ir a un asesor financiero. Igual que irías al médico si sintieras que tu cuerpo está mal. Todo empieza por tener esa inquietud. Hoy tenéis aquí a cuatro mujeres que trabajan en la industria financiera, en puestos de responsabilidad. Y es nuestra responsabilidad dar visibilidad al hecho de que las mujeres también podemos tomar decisiones arriesgadas, no conservadoras, podemos liderar y podemos ayudar a que otras se lancen. Creo que hay que educar desde la infancia en la importancia de ahorrar, porque la capacidad de ahorro es lo que nos lleva a la capacidad de inversión...".

Qué es y qué no es riesgo

Marta Vila ofrece otra perspectiva: "Creo que existe un concepto erróneo sobre el riesgo. Porque muchas veces consideramos que algo que es volátil, que fluctúa, como la Bolsa, por ejemplo, es algo arriesgado. Y eso en realidad depende de nuestro horizonte temporal. Alguien que invirtió antes de la pandemia pudo ver en marzo o abril de 2020 unas caídas enormes. Nuestros fondos, por ejemplo, cayeron sobre un 20%. Si esa persona se hubiese salido de ahí, por miedo, hubiera perdido. Lo habría hecho por considerar que lo que estaba pasando era arriesgado. Pues no. Si tú tienes un horizonte temporal suficiente y te esperas, ahora estarías ganando dinero. Es un tema muy psicológico, por eso también hay que saber dónde invertir y en quién delegar. Hay que invertir con una casa de confianza que te explique esa serie de cosas".

Aclaraciones sobre el largo plazo

Lo anterior hace inevitable la siguiente pregunta: ¿es una regla inmutable en materia de inversión que el largo plazo es seguro?

Según Elena Domecq, "hay estudios que apuntan hacia que si tú mantienes una inversión a lo largo de los años, la dispersión que puedes obtener de esa rentabilidad es mucho menor. Por tanto, mantenerte invertido es muy importante. Yo creo que aquí, el asesor tiene un papel muy importante, trasladar a su cliente que, por ejemplo, la volatilidad entra dentro de lo normal. A lo largo de los años hay muchos eventos que hacen que los mercados financieros se tambaleen. De repente en un año natural puede haber una caída de rentabilidad muy grande, pero lo más probable es que ese año acabe con rentibilidades de doble dígito positivas. Entiendo que es complicado mantenerte invertido y no salirse en el momento de pánico -aquí el asesor tiene un papel muy difícil porque debe ayudar a mantener la calma-, pero es fundamental... Porque si te sales en el peor momento y esperas a que todo esté solucionado para volver a invertir, el mercado ya te habrá tomado la delantera. A lo largo de muchos años, si te pierdes los cinco mejores días del mercado -porque esos días tienden a tener lugar después de los peores-, si te pierdes esa recuperación, la rentabilidad que consigues es mucho menor".

El asesor financiero es, por tanto, casi un psicólogo. Y un educador, porque tiene que formar a su cliente.

Sin embargo, hay quien prefiere invertir por su cuenta.

Invertir por tu cuenta: ¿una buena decisión?

"Es como si te automedicas en vez de ir al médico", explica Elena Domecq; "hay muchas maneras de hacerlo tú mismo, por supuesto, pero dejarse asesorar es clave". Ana Guzmán, por su parte, saca a relucir un prejuicio abundante en nuestra sociedad: "A veces parece que se ve mal que te cobren por asesorarte. Pero es que cuando te asesoran en un banco también te lo están cobrando, aunque tú no te estés enterando". Y añade: "Yo lo que creo es que es importante tomar las decisiones por las razones correctas y manejando la información correcta".

Quién puede (y debe, según las expertas) invertir

A continuación, abordamos un tema clave: ¿quién puede invertir? ¿Qué perfil de edad, o profesional, o económico, debería tener quien decide 'poner su dinero a trabajar'? Ana Guzmán lo tiene muy claro: "Yo creo que el paso entre ahorro e inversión lo determina el hecho de tener una proporción de dinero, da igual cuál, que no vas a necesitar mañana. Aunque sí dentro de un mes, por ejemplo. Ahí ya tienes un horizonte temporal en el que arriesgar un poquito. Porque, como decíamos antes, no hay inversión sin riesgo. A partir de ahí todos deberíamos invertir, por responsabilidad, porque todos deberíamos pensar en nosotros mismos. Necesitamos unos ahorros que en el futuro tengan mayor capacidad de compra".

Domecq añade a lo anterior que "necesitamos una planificación financiera para tener muy claro cuáles van a ser nuestras necesidades de gasto". Dicho esto, cualquier persona puede invertir. Sí es verdad que en otras sociedades, por ejemplo en Estados Unidos, la gente empieza a ahorrar e invertir, si tiene capacidad, desde el día mismo que empieza a trabajar. En España se llega mucho más tarde a esa decisión. Pero cuanto antes empieces a invertir, mayor será tu potencial en el largo plazo". Tania Salvat añade que "todo el que tiene capacidad de ahorro debería invertir". Y apunta cómo actualmente existen múltiples figuras y fórmulas para hacerlo, desde el redondeo que proponen numerosos bancos, iniciarse a través de aplicaciones tecnológicas, a través del asesor de tu banco...

¿Y qué hacemos con el tabú que planea aún en España cuando se trata de hablar de dinero? Todas las participantes coinciden en que contra eso, donde hay que incidir es en la educación financiera. Tania Salvat explica a este respecto que en BlackRock llevan algunos años cooperando con Inspiring Girls "para acercar las finanzas a las niñas. Ya estamos trabajando en 10 países, intentamos conseguir un interés, un estímulo... Ese interés deberíamos tenerlo todos".

¿Invertir en sostenibilidad? ¿Moda u oportunidad?

Una vez tomada la decisión de invertir, toca decidir en qué. Porque no se trata de poner el dinero en manos de un tercero y que haga lo que él quiera mientras nosotras estamos en la parra. Por ejemplo, cada vez existe mayor interés por invertir en empresas que hayan apostado por la sostenibilidad. ¿O ya estamos cansados de oír esta palabra? "Me alegra que me haga esa pregunta", bromea Ana Guzmán, experta en la materia. "Es cierto que la palabra aburre. Y hay un componente de moda. Toca por tanto separar el trigo de la paja. Lo que sí es cierto es que el sector financiero puede jugar un gran papel como canalizador de recursos hacia empresas que están en camino hacia una mayor sostenibilidad, de hacer las cosas mejor. Pero esto es progresivo, porque romper el modelo en el que hemos basado el sistema es muy complejo".

Añade al respecto Elena Domecq: "La sostenibilidad ha venido para quedarse. Las empresas van a tener que invertir en ello, eso va a suponer un gasto y desde el punto de vista de la inversión es capital que se pone a trabajar. Nosotros queremos capturar esas oportunidades de compañías que trabajan en ser más rentables en el futuro. Eso es clave".

Cuándo invertir en un fondo de inversión

Sin conocimientos financieros, es obvio que lo mejor es ponerse en manos de expertos. Invertir como nuestros abuelos en un solo valor -los mayores nos acordamos de las míticas 'matildes' de Telefónica, donde tantos pusieron sus ahorros- lo que equivale a poner todos los huevos en un mismo cesto, no suele ser lo más recomendable. Marta Vila explica que "el fondo es una herramienta muy útil para el ciudadano de a pie. Inviertes en un vehículo que puede tener 50 compañías y nos proporciona una forma de programar un ahorro sistemático. En Bestinver por ejemplo, se puede invertir desde 100 euros inicialmente, después desde 50. Es una figura muy interesante".

Qué podemos aprender de la forma de invertir de los ricos

Como Tania Salvat tiene experiencia en la gestión de grandes patrimonios, en este punto, ya roto el hielo, nos atrevemos a hacerle una pregunta un poco más 'picante': ¿podemos aprender algo de la forma de invertir de los ricos? ¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros, además de dinero? "Voy a llevar el tema al inversor profesional", dice Salvat. "Mi día a día es llevar a compañías de seguros, pensiones, etcétera, que están gestionando dinero a largo plazo. La principal es que tienen un proceso de inversión más definido y toman decisiones mejor informadas. Respetan más sus horizontes de inversión, tienen más cultura financiera y saben diversificar... Al final, la clave es dejarse asesorar". Por lo general, añade Ana Guzmán, "los ricos que me gustan no invierten donde no conocen y no entienden, y son disciplinados. Van destinando un porcentaje de inversión, y no miran el periódico todos los días".

"Ni la app, como yo", intervengo.

Cómo elegir a un asesor

Todo lo anterior está muy bien, pero... ¿en manos de quién poner tu dinero? Ana Guzmán cree que con aquel "que alinee tu patrimonio a tus valores. Una forma es ir a la web de la Comisión Nacional de Valores, ver el listado y hacer un poco de investigación para encontrar a los asesores que encajen más contigo".

¿Y si me quedo con mi banco en vez de buscar un asesor? Marta Vila explica que "está fenomenal ir a tu banco a preguntar. Probablemente van a tener una arquitectura abierta, es decir, un montón de productos a tu disposición, pero también es probable que no tengan tanto conocimiento de todos esos productos, precisamente porque son muchísimos. Una gestora independiente sí te permite ponerte en contacto con una persona que te puede explicar mucho más en profundidad el producto.

Invertir en una casa versus invertir en el mercado financiero

Se 'queja' Marta Vila de las resistencias del público joven español a invertir más allá de hacerlo "en comprarse una casa. Sigue dando miedo la renta variable, hay mucha falta de formación financiera".

-¿El gran obstáculo de la inversión en España está hecho de ladrillo?

"Diría que sí", responde la representante de Bestinver.

Tania Salvat tercia en este punto: "Tampoco creo que sea malo invertir para comprarte una casa. Al final es algo que quiere todo el mundo. Nosotros hablamos de lo que es 'goal investing'. Cada vez se habla más de la inversión por objetivos. Lo que tienes que tener claro dentro de tu cartera de inversión es que puedes tener algunos objetivos de corto plazo -del tipo invertir para hacer un master-. Objetivos para cuando tenga 30 -puede ser invertir para comprarme una casa-... Obviamente, todo el mundo quiere tener una casa digna, pero lo importante es sentarte, hacer tus números y pensar cuáles son tus objetivos financieros a corto, medio y largo plazo. Pensando incluso en la jubilación, aunque seas joven.

Y si he sobrepasado los 60, ¿puedo empezar a invertir?

En esta mesa redonda se ha repetido en bastantes ocasiones la idea de que hay que empezar a invertir joven, porque cuanto antes empieces, mayor rentabilidad conseguirás. Lo anterior hace inevitable que esta moderadora se haga -y haga- la siguiente pregunta: "Yo, que soy un desastre... ¿Tiene sentido que empiece a invertir?". "Teniendo en cuenta que la esperanza de vida es cada vez mayor, y que vas a tener un porcentaje mayor de tiempo, si Dios quiere, durante el que no estés trabajando, pues sí, te conviene invertir", me dice Elena Domeqc. Y añade: "Lo que vas a querer para ese momento es una cierta estabilidad financiera. Tu planteamiento no va a ser el mismo de una persona joven. Hay que ver cuáles van a ser tus necesidades de recursos, y cuáles tus objetivos. La asunción de riesgos tampoco va a ser la misma. A tu edad no te sueles pones a invertir en algo muy volátil".

Marta Vila, por su parte, comenta que "hay productos a un año que te pueden dar una rentabilidad interesante... Te tienes que organizar, ver, de tu dinero, qué quieres para el día a día, qué cosas para dos o tres años (renta fija), y qué cosas para más años (renta variable). Que te hagas esa composición y que te pongas". "Venga, que ya estás tardando...", bromea (aunque para nada lo dice en broma, que lo sé yo). A continuación, Tania Salvat me explica que "además, hay productos del mercado que lo hacen por ti. Si piensas un poco en lo que es el mundo de las pensiones, hay productos que son de ciclo de vida. Si empiezas a invertir joven te dan un mayor peso en renta variable, porque se supone que tu horizonte temporal es largo... Y van graduándose".

Y no metas la pata

Se nos acaba el tiempo, pero no quiero que se levante esta mesa sin hacer una última pregunta a las cuatro participantes: ¿cuál es el error mayor que cometemos al invertir?

"Salirse del mercado en el momento equivocado y no permanecer invertido", responde al instante Elena Domecq. "Por no repetir, invertir donde no se entiende", aporta Ana Guzmán. "Por lo mismo, no respetar el horizonte de inversión", añade Tania Salvat. "No diversificar", concluye Marta.

Y con esto y unas acciones de un bizcocho...

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