CUáL ES LA DIFERENCIA ENTRE UN DEPóSITO Y UNA CUENTA REMUNERADA

Algunos términos relacionados con la banca y las finanzas personales son desconocidos por los usuarios, que no saben diferenciar algunos de los servicios que pueden utilizar para ahorrar o sacar rentabilidad a su dinero, lo que dificulta la elección entre unos y otros.

Dos de los productos que se pueden encontrar son el depósito bancario y la cuenta remunerada, cada uno de los cuales tiene una finalidad y unos requisitos diferentes a tener en cuenta antes de decantarse por uno o por otro, de tal modo que se elija el que mejor se adapte a cada usuario.

¿Qué es un depósito bancario?

Un depósito bancario es uno de los productos que ofrecen las entidades bancarias a sus clientes con el objetivo de ahorrar y rentabilizas dinero. Su funcionamiento es sencillo: el cliente entrega una cantidad de dinero al banco durante un periodo de tiempo determinado y, una vez finalizado el plazo, el banco devuelve el dinero al cliente, pero con una rentabilidad pactada anteriormente.

Hay que incidir en que el tipo de depósito más utilizado y el que más se diferencia de la cuenta corriente o remunerada es a plazo fijo. Los depósitos a plazo fijo son aquellos en los que el cliente no puede retirar su dinero durante el periodo de tiempo pactado, a cambio de recibir una mayor rentabilidad cuanto mayor sea este plazo.

En cuanto al riesgo que conlleva entregar una parte de dinero al banco, este es uno de los métodos más seguros, ya que en la Unión Europea los depósitos están garantizados gracias a los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) hasta un importe máximo de 100.000 euros por cliente y entidad.

Está claro que la mayor ventaja de estos depósitos es la rentabilidad que se obtiene del dinero, a modo de inversión, es como un préstamo que se hace al banco a cambio de un beneficio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, de los beneficios que se obtienen, hay que pagar impuestos.

¿Qué es una cuenta remunerada?

En el caso de la cuenta remunerada, otro de los productos típicos que ofrecen los bancos, se trata de una cuenta bancaria normal, pero por la que el banco da una serie de remuneraciones cada cierto tiempo. La principal diferencia con el depósito a plazo fijo es la disponibilidad del dinero, ya que, en este caso, el cliente puede acceder a él cuando desee.

La cuenta remunerada, por lo tanto, hace que el cliente pueda depositar su dinero, como en una cuenta tradicional, pero obteniendo intereses por ello. Se trata de una clara ventaja que, en muchos casos, se utiliza como reclamo para captar nuevos clientes. De hecho, por este motivo estas cuenta han conseguido ofrecer mayor rentabilidad, incluso, que los depósitos a plazo fijo.

Otro de los factores a tener en cuenta cuando se elige la cuenta remunerada en lugar del depósito es el límite de dinero que se puede destinar a cada servicio. Si se tiene mucho dinero ahorrado, es mejor destinar el dinero a un depósito, que no suelen tener límites, mientras que la cuenta corriente sí.

Por último, la cuentas remuneradas suelen tener más condiciones y requisitos a cumplir por el cliente que quiere acceder a ellas, como el hecho de ser nuevo cliente, domiciliar recibos o tener la nómina, mientras que el depósito es más accesible, sin condiciones.

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