CóMO INVERTIR EN RENTA FIJA, EL MEJOR AMIGO DE TU PATRIMONIO EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

Se suele decir que la mejor defensa es un buen ataque, aunque en muchos casos es al revés. A veces lo más inteligente es refugiarse y esperar a que pase la tormenta, para aprovechar todas las oportunidades que surjan una vez pasado el chaparrón. Y, en el campo de la inversión, la renta fija es la mejor manera de proteger su patrimonio en tiempos de incertidumbre.

Los mercados bursátiles se encuentran en un buen momento, con el S&P500 en máximos históricos, o el IBEX 35 superando los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, hay varios elementos que generan incertidumbre económica, como los efectos de la guerra en Ucrania o la batalla comercial entre Estados Unidos y China.

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Otros factores son acontecimientos inesperados como los efectos del cambio climático, que está provocando un aumento de los costes económicos, como los planes para suministrar agua a Cataluña a través de barcos. La solución para mantener parte del patrimonio invertido, pero a la vez protegido de estos vaivenes económicos, es la renta fija.

¿Cuánto tengo que invertir en renta fija?

Una pregunta habitual es cuánto invertir en renta fija. Y la respuesta correcta no es una cantidad, sino un porcentaje.

La renta variable ofrece la posibilidad de obtener mayor rentabilidad, pero también conlleva más riesgo. En cambio, la renta fija permite acceder a una rentabilidad menor, pero es mucho más segura. Por lo tanto, es importante mantener el patrimonio dividido entre ambas, pero para saber cómo llevar a cabo esta distribución, la regla de 120 es bastante útil.

Esta regla consiste en restar 120 a tu edad. El resultado es el porcentaje que debes invertir en renta variable, mientras que el resto hasta 100 es lo que debes invertir en renta fija. Por ejemplo, una persona con 30 años debería invertir el 90% en renta variable y el 10% en renta fija (120-30=90). Por otro lado, una persona de 65 años debería invertir el 55% en renta variable y el 45% en renta fija (120-65=55).

Esta regla supone que cuanto más jóvenes somos, más riesgo podemos tolerar. Esto se debe a que, en general, la renta variable suele dar mayores rendimientos que la renta fija a largo plazo. Por lo tanto, una persona joven tiene más oportunidades de aprovechar los buenos momentos de la renta variable que una persona mayor, que tiene que ser más cuidadosa con la gestión de su dinero.

¿Cómo puedo invertir en renta fija?

Hay muchos instrumentos a través de los cuales se puede invertir en renta fija. Están los fondos de inversión, los bonos del Estado, la deuda corporativa o los depósitos bancarios.

La ventaja de este tipo de inversión es que sabemos de antemano cuánto vamos a ganar y cuándo vamos a recuperar el dinero invertido. Por ejemplo, si se compran Letras del Tesoro a 12 meses al 4%, sabemos que recuperaremos la cantidad prestada al final de ese periodo de tiempo más un 4% adicional.

Si quiere invertir en deuda pública española, puede comprar Letras del Tesoro, bonos y obligaciones. La diferencia es que las Letras son a corto plazo, los bonos a medio plazo y las obligaciones a largo plazo. Las letras tienen una duración de entre 3 y 12 meses, los bonos de entre 3 y 5 años y las obligaciones de hasta 50 años.

El rendimiento de cada una de ellas depende del momento de la emisión, pero últimamente se han situado entre el 3% y el 4%. Esto es para la deuda pública española, pero también es posible comprar bonos de otros países como Estados Unidos, Francia o Italia.

Fondos de inversión

Al igual que existe la deuda pública, las empresas también emiten deuda. Sin embargo, este mercado suele estar limitado para los inversores institucionales, por lo que la mejor forma para los inversores particulares es participar en fondos de inversión.

A través de los fondos, los gestores deciden cómo invertir los recursos que forman parte de estos productos. Tienen la capacidad de realizar una gestión más profesional y de acceder a mercados en los que difícilmente puede participar el inversor particular.

Existen multitud de fondos de inversión, por lo que algunos pueden estar centrados en deuda de empresas tecnológicas, deuda corporativa en general, deuda de países o una mezcla de deuda corporativa o soberana.

Depósitos bancarios

Los depósitos bancarios son una forma de inversión en la que los clientes depositan fondos en una cuenta bancaria durante un período de tiempo específico, a cambio de recibir intereses sobre esos fondos.

Las rentabilidades que se pueden obtener de los depósitos bancarios varían dependiendo de varios factores, como la tasa de interés ofrecida por el banco, el monto del depósito y el plazo de inversión. Actualmente se pueden obtener con estos productos rentabilidades que rondan el 3%, mientras que el plazo de inversión puede ser de meses o incluso de años.

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