DE GUINDOS ANTICIPA QUE LOS TIPOS DE INTERéS BAJARáN EN JUNIO: "ES UN HECHO CONSUMADO"

El Banco Central Europeo (BCE) sigue allanando el terreno para bajar por primera vez los tipos de interés casi dos años después de que comenzara el actual ciclo de subidas. El último en reforzar ese mensaje ha sido el vicepresidente del banco central, Luis de Guindos, también exministro de Economía de España durante el Gobierno de Mariano Rajoy. En una entrevista concedida al diario Le Monde, el número dos de Christine Lagarde ha defendido que, salvo sorpresa, una bajada del precio oficial del dinero en junio "es un hecho consumado". Un recorte en los tipos que los hipotecados a tipo variable ansían desde hace tiempo para lograr un alivio en sus cuotas mensuales.

De Guindos no ha querido dar por ganada todavía la batalla contra la inflación, pero sí cree que el final "está a la vista". El vicepresidente del BCE mantiene el discurso de que las decisiones se irán tomando en función de los datos que vayan llegando y señala que la principal amenaza está todavía está en la inflación de los servicios, "impulsada principalmente por los salarios". En marzo, la inflación de este sector se situaba todavía en el 4% en la eurozona, según reflejan los datos del BCE.

El número dos del organigrama del BCE concede que los salarios "tienen que aumentar para compensar el poder adquisitivo perdido", pero matiza que ese proceso "tiene que ir de la mano con una mejora en la productividad", algo que no está sucediendo. La baja productividad es un problema secular que afronta la economía de la eurozona. De hecho, este indicador sigue todavía algo por debajo del nivel que marcaba antes de la pandemia en la eurozona.

Otro de los factores que preocupan a los bancos centrales de todo el mundo es la situación geopolítica, con dos guerras activas (Ucrania y Gaza) en zonas estratégicas del planeta. Los ojos están puestos especialmente en el precio del petróleo, que se ha mantenido relativamente contenido pese a lo acontecido en Oriente Medio.

6 de junio: fecha marcada en rojo

La fecha marcada en rojo por los mercados es el próximo 6 de junio, cuando tendrá lugar la próxima reunión de política monetaria en Fráncfort, la sede del BCE. Dando por hecho que los tipos bajarán en junio, otros interrogantes ganan protagonismo. ¿De cuánto será el recorte? ¿Habrá más reducciones? Todo ello dependerá de los datos que vayan llegando y también de las decisiones que vaya tomando la FED, el banco central estadounidense, que ha preferido esperar y no bajar los tipos todavía ante una inflación más resistente de lo que se preveía.

En este sentido, De Guindos ha preferido no mojarse. "Soy cauto con lo que pueda suceder después de junio", señala en la entrevista. No obstante, otros colegas del BCE han aventurado que las bajadas pueden llegar a alcanzar los 100 puntos básicos a lo largo del año. Así lo expresó, por ejemplo, el gobernador de Portugal, Mário Centeno, en una entrevista reciente. "Una reducción de 100 puntos básicos es compatible con una inflación del 2%, que es nuestro objetivo".

Una bajada de 100 puntos básicos implicaría pasar de un tipo de interés oficial para los depósitos en el BCE del 4% actual a un 3%. Mientras que en el interés de las operaciones principales de refinanciación —la tasa que más influye en el euríbor— se situaría en el 3,5% frente a un 4,5% actual. Más allá de Centeno, otros gobernadores se han mostrado proclives a bajadas en los tipos de interés en las últimas semanas. Así se han pronunciado, por ejemplo, el gobernador neerlandés, Klaas Knot —que se ve cómodo con tres bajadas de tipos en lo que queda de año—, el gobernador estonio, Madis Muller o el lituano Gediminas Simkus.

Los hipotecados, a la espera

Quienes esperan con más ansia una bajada en los tipos de interés oficiales —que determinan el coste que tiene tomar dinero prestado o hacer frente a las deudas a tipo variable— son los alrededor de cuatro millones de hogares con hipoteca a tipo variable del país.

Los tipos de interés oficiales que decide el BCE influyen decisivamente en el interés que, a su vez, los bancos comerciales cobran por prestarse dinero entre ellos. El euríbor, el indicador con el que se calcula la mensualidad que pagan casi todas las hipotecas variables del país, está muy influido por las decisiones del BCE, aunque no se mueve exactamente a la vez. A menudo, los bancos anticipan los movimientos del BCE y adaptan los intereses que cobran por prestar dinero.

La esperanza es que, cuando se abra la veda, el euríbor empiece a bajar decididamente y, con él, las cuotas de las hipotecas. Este indicador tocó techo en octubre del año pasado, cuando alcanzó el 4,16%. Pero desde entonces, se ha estancado en cifras que rondan el 3,7%. Si el BCE acomete varias bajadas en los tipos de interés, es de esperar que el euríbor acompañe con reducciones que se trasladarán a las hipotecas variables.

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