LA 'MARCA BARçA', ¿LOCURA O GENIALIDAD DE LAPORTA?

Hace meses que el Barcelona y Nike han ido tensando la cuerda. De momento, todavía no se ha roto, pero Joan Laporta ha deslizado en más de una ocasión que el matrimonio que está cerca de cumplir tres décadas podría terminar en divorcio. El presidente, partidario de la ruptura, piensa que lo que paga la marca americana es una cifra obsoleta. Y justifica que hay otros competidores -Puma- preparados para mejorar la oferta. Aun así, no descarta una tercera vía: crear una marca propia.

Laporta ha jugado la carta de sus declaraciones para presionar a Nike, con quien tiene reuniones periódicas. La multinacional, por su parte, recientemente ha ralentizado su producción como respuesta. Es precisamente la distribución y la falta de stock de Nike en las tiendas blaugrana una de las razones que molestó al club. Y, como contamos en Relevo, desde la marca nunca negaron. En Nike saben que Puma presentará guerra.

Así las cosas, y siempre con el fin de poder recaudar los máximos ingresos posibles, en el club llevan un tiempo estudiando la posibilidad de crear una marca propia, la marca Barça. Como en todo, hay pros y contras. El principal punto a favor es que todos los ingresos serían limpios para el club. Aunque esto repercute tener que afrontar costes hasta ahora no previstos. También la experiencia de Nike en el mercado y su posicionamiento. El principal hándicap, no obstante, es el tiempo. Los expertos consultados, algunos con pasado en el club, creen que no es factible hacerlo ahora mismo de cara a la próxima temporada.

"No es únicamente un tema de ingresos, sino la suma de muchas variantes", apunta una persona con conocimiento de la operación. Algunos de ellos, cuenta, son la gestión de los negocios derivados (BLM), las condiciones de la compra de productos, la activación a nivel mundial o la distribución del producto. Y sobre todo, que la marca cuide al club en cuanto a posicionamiento: presencia en las tiendas, en cuanto a publicidad...

Pasar de Nike, o cualquier otra marca, a una propia significaría dejar de tener unos ingresos fijos y pasar a tener unos variables. En el delicado momento en que se encuentra el club, no se podrían permitir errores de cálculo. Y a veces que se compren más camisetas puede depender directamente del momento deportivo del club o del 'valor' de sus jugadores.

Los expertos en el sector coinciden en la complejidad del negocio. Existen muchos "riesgos asociados". "No es únicamente fabricar y vender. Hay que tener en cuenta los componentes, las calidades, el proceso de fabricación, cumplir con los plazos... Por mucho volumen que tenga el Barça, no llegará a tener la estructura que posee Nike. Porque con Nike, el Barça lo tiene todo cubierto", apunta un persona que se dedica a la producción y distribución de camisetas de clubes de LaLiga.

Los productos del Barça se pueden comprar en tres puntos. Por vías del club, en la tienda online o física, en las tiendas de Nike o en mediante terceros distribuidores, como JD o Sprinter. En estos últimos, el margen de beneficio es inferior. El mayor está en su página web, ya que el ecommerce no necesita alquiler de espacios físicos y menos manos. Por otro lado, un punto a favor de la 'marca Barça' sería la posible explotación de la vía Amazon. Nike no vende sus productos por ahí porque lo ve como un "competidor".

Otro factor del que el Barça no tiene por qué preocuparse -tanto- estando 'protegido' por una marca es de la piratería. "Controlarla es muy complicado", reconocen desde Nike. Y es que es fácil acceder al mercado de réplicas. Aun así, la empresa americana tiene un departamento a nivel global que trabaja con la policía en las fronteras para evitar la mercancía de productos falsificados.

Tan cierto es que hay pros que pueden volverse contras como que el Barça ingresaría mucho más dinero con una marca propia. Además, el club optaría a tener más velocidad en el proceso de fabricación y esto respondería a tener más camisetas para ocasiones especiales, a nuevos diseños. Desde Nike, no obstante, creen que ya le dan prioridad al Barça y piensan que el equipo de diseñadores se adapta a las tendencias actuales.

Los costes asociados son difíciles de calcular y la incerteza de no tener unos ingresos fijos puede llegar a generar dudas a la hora de lanzarse a por un proyecto propia. Un ex trabajador del club apunta que el mayor rival del Barça, ahora mismo, serían los tiempos. Coloca como ejemplo el histórico cambio de la Selección Alemana, que pasará de Adidas a Nike. "Lo han anunciado ahora pero lo harán efectivo en 2027. Y aun así no es comparable a un equipo de fútbol, que vende más recurrentemente que una selección", comenta.

Un experto señala que, para poder crear un ecosistema suficientemente firme, el Barça necesitaría un mínimo de un año y medio para poder generar su propia marca. En las oficinas blaugrana hace tiempo que lo contemplan, pero todavía no han puesto a girar la rueda, mientras se reúnen con Nike y esperan a Puma. Calcular si el Barça tendría más o menos ingresos con su marca es entrar a formular hipótesis. Y gente vinculada al club remarca que no se trata solo de generar más ingresos, sino el compromiso de la marca de dedicar todos los recursos posibles en colocar al Barça por encima del resto. Genialidad o locura, solo el mercado lo diría.

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