LAS 7 RAZONES QUE TE ESTáN IMPIDIENDO TENER éXITO EN LA VIDA

A lo largo de nuestra vida, todos, de una forma u otra, tenemos un objetivo claro: tener éxito. Da igual cuál sea nuestra definición de él, si lo que más nos importa en la vida es nuestra carrera, el dinero, la familia, el amor o las amistades, lo perseguimos en cualquier ámbito porque creemos que en él está el secreto de la felicidad.

Sin embargo, hay épocas en las que nos parece imposible de alcanzar, en las que no tenemos ningún tipo de motivación para intentar llegar hasta él. De hecho, cuando el ponernos a trabajar nos cuesta porque no encontramos ninguna razón para ello, solemos recibir una crítica general: todos nos dicen que somos perezosos. Normalmente, esto nos duele y nos molesta, porque, en un primer momento, no pensamos que sea verdad.

Lo cierto es que, en la mayoría de casos, no se trata de pereza, porque seguramente hayamos sido capaces de conseguir muchas cosas en otras situaciones; como aprender un nuevo idioma, ser seleccionado para un proyecto o trabajo, o ser capaces de mantenernos constantes con algún deporte o hobby. Si fuéramos unos vagos, no hubiéramos conseguido esas cosas nunca.

Pero, cuando, por desmotivación, nos comenzamos a preguntar si realmente lo somos, deberíamos pararnos a analizar nuestra situación para saber qué es lo que nos está dificultando conseguir nuestros objetivos. Por lo general, hay 7 razones que suelen impedirnos tener éxito en la vida.

1. La indecisión

Muy poca gente tiene la suerte de poder ser personas con las ideas claras, capaces de tomar decisiones de forma sencilla. La mayoría solemos darle mil vueltas a la cuestión e, incluso cuando nos hemos decidido por una opción, solemos seguir pensando demasiado, analizando una y otra vez si realmente ha sido la correcta. El ser indecisos nos impide pasar a la acción y, cuanto más tardemos en hacerlo, más tardaremos en recorrer el camino hasta nuestros objetivos.

2. El no tener ideas claras

Está claro que todos tendremos altibajos a lo largo de nuestro camino, pero uno de nuestros grandes problemas suele tener el no mantener ciertas ideas claras de forma constante. Cuando esto ocurre, es prácticamente imposible progresar y disfrutar de ello. Debemos tener una idea concreta de lo que queremos de verdad y de los pasos que tenemos que seguir para llegar a ello.

3. El no tener una estrategia

¿No os ha ocurrido alguna vez el estar haciendo mil cosas pero, al mismo tiempo, sentir que no estáis haciendo nada? Esto ocurre cuando no tenemos una estrategia definida, vamos improvisando y, así, no vemos ningún tipo de progreso, lo que, al mismo tiempo, acaba desmotivándonos.

Normalmente, el no tener un plan implica que trabajamos por impulsos, no por constancia. Es la clásica situación en la que un día trabajamos 5 horas seguidas en un proyecto y, al día siguiente, no somos capaces de dedicarle ni media hora. Así, solo conseguiremos saturarnos y darnos por vencidos.

4. Tener prisa

Todos pecamos en algún momento de tener poca paciencia, porque buscamos la recompensa inmediata en casi todos los aspectos de la vida. Cuando esto no ocurre, nos invade la desmotivación y la pereza porque no encontramos ninguna razón de valor para continuar haciendo algo si no vamos a obtener ningún tipo de gratificación después.

5. Infravalorar nuestras posibilidades

Está bien ser realista, pero lo cierto es que solemos infravalorar lo que podemos hacer. En lugar de pensar en lo que tenemos ahora, debemos pensar en lo que podríamos tener. Todos empezamos en alguna parte y nuestro objetivo final debe ser nuestra motivación para trabajar hacia él, de forma que no estemos limitando nuestras oportunidades.

6. Compararse con los demás

Las comparaciones son odiosas y, normalmente, no sirven para nada bueno. El camino de cada persona es único y lo que le funcione a los demás no tiene por qué funcionarnos a nosotros y viceversa.

7. Hacer lo mismo que todo el mundo

No sirve de nada intentar seguir los mismos métodos que siguen los demás. Debemos intentar buscar el que mejor se adecúe a nuestras necesidades y objetivos. Solo siendo nosotros mismos podremos, finalmente, alcanzar ese éxito que tanto ansiamos.