'COLLAGEN BANKING' O CóMO PETAR TU PIEL DE COLáGENO PARA TENER RESERVAS ANTIENVEJECIMIENTO

Resulta curioso que la palabra ‘colágeno’ se haya convertido en una de las más buscadas no solo en Google, sino también en la calle. Sabemos que el ácido hialurónico y la vitamina C son buenos para nuestra piel y que si podemos tener a mano un tratamiento que los contenga, mejor.

Pero con el colágeno ocurre algo como hipnótico. Lo asociamos a una piel con una buena estructura, pletórica, con menos arrugas, alisada, con pómulos altos… La cosa es que, en esa búsqueda del santo grial que es el colágeno, nos encontramos con diferentes formatos y caminos para incorporarlo en nuestra vida.

Así, desde la Farmacia Avenida de América, Belén Acero, especialista en dermofarmacia y nutrición, habla del ‘collagen banking’, un movimiento en el que el colágeno no se queda solo en la superficie de la piel, sino que está en todo el organismo.

“Traducido literalmente como ‘almacenando colágeno’, aunque podríamos definirlo como un auténtico ‘banco de colágeno’, este reflejo de belleza se basa en un principio simple: la producción de esta proteína disminuye a partir de los 25 años, por lo que los expertos sugieren comenzar a preservar (o incluso aumentar) los niveles de colágeno del organismo (lo antes posible)”, precisa la farmacéutica.

El colágeno estructura la piel manteniéndola tersa y elástica. (Launchmetrics Spotlight)

Así, lo que se persigue con este banco de colágeno es abastecer al organismo, de tal modo que nunca le falte. Teniendo en cuenta que el colágeno es la proteína responsable de aportar elasticidad a la piel, reafirmarla y tonificar los tejidos, por lo que se la conoce como el 'cemento de la piel'.

¿Realmente tomar colágeno es efectivo para la piel? Resolvemos tus dudas

Sin embargo, “a partir de los 25 años, la piel empieza a perder colágeno y a partir de los 40 años perdemos de media un 1% de colágeno cada año, un proceso natural de envejecimiento cutáneo por el que todas las personas vamos a pasar”, como recuerda Belén Acero.

A partir de los 25 años, la piel comienza a perder colágeno. (Launchmetrics Spotlight)

Como consecuencia de esta pérdida de colágeno, aparecen las arrugas, la piel pierde laxitud y vemos que algunos tejidos se descuelgan; algunos de los signos de la edad que antes identificamos. El collagen banking propone abastecerse de colágeno para ralentizar ese proceso de envejecimiento de la piel, pero siempre desde la idea del well-aging, como apuntan desde Farmacia Avenida de América; es decir, no evitando envejecer, sino ayudando a la piel a envejecer bien.

Lo que recomienda el collagen banking es anticiparse, estimulando la producción de colágeno, a modo de prevención. Igual que existe el ‘bótox preventivo’, el aprovisionamiento de colágeno se lleva a cabo antes de que se pierda. “En definitiva, te posibilita retrasar el proceso de envejecimiento, a modo de ‘plan de ahorro’ que te permite invertir en la elasticidad de tu piel. Cuanto antes se establezca el ‘stock de colágeno’, más eficaz será a la hora de movilizar los fibroblastos (células productoras de colágeno) en el periodo en el que están más activos para regenerar la piel y así almacenar la mayor cantidad de proteínas posible”, detalla la farmacéutica.

El collagen banking busca aumentar las reservas de colágeno. (Launchmetrics Spotlight)

Vale, el colágeno se comienza a evaporar a partir de los 25, entonces ¿ya voy tarde para abrirme una cuenta de ahorro? “No existe una regla específica, la técnica no es imprescindible en sí misma, pero se puede empezar a aplicar alrededor de los 25 años o incluso los 30 años, para optimizar los resultados. En definitiva, nunca es tarde para empezar a cuidarse y así mantener los niveles de colágeno”.

Para tener ese banco de colágeno, no existe un único método. Como experta en dermofarmacia y nutrición, Belén Acero apunta a cuatro opciones:

. Se han colado en nuestro día a día y, bien sea en un completo cóctel, con otros suplementos o solo, el bebible o ingerible, siempre con una alta biodisponibilidad, ayuda a lograr ese efecto de booster de colágeno en el organismo. “La nutricosmética a base de colágeno está disponible en múltiples versiones. Los suplementos son una buena manera de estabilizar los niveles de colágeno a largo plazo y contribuir a la belleza interior para que se refleje hacia el exterior. Es decir, apostar por el autocuidado de dentro hacia afuera. El colágeno hidrolizado es la forma que nuestro cuerpo lo puede absorber mejor”, recomienda la experta.

Incluyendo suplementos de colágeno en la alimentación, mejoramos nuestras reservas de esta proteína. (Pexels/Polina Tankilevitch)

. Porque si creías que el collagen booster iba de inyectables inductores o cosméticos, estabas muy desencaminada. La farmacéutica explica que, además de ayudar a la síntesis del colágeno en el organismo, también aumenta su eficacia, reforzando los beneficios antiedad de la proteína. “Verduras de hoja verde, cítricos, pimientos, grosellas negras, acerola… son las frutas y verduras que debes elegir para perfeccionar tu banco de colágeno’".Protección solar. “Utilizando una crema solar de amplio espectro todos los días, la piel se protege de los rayos UVA y UVB, que dañan la piel y agotan inevitablemente sus reservas de colágeno”. El consejo de la experta es no solo aplicarla todas las mañanas, sino no olvidarse de reaplicarla cada dos horas, “crucial para proteger la piel de los efectos del paso del tiempo”.

Utilizar fotoprotección todos los días del año es fundamental para retrasar la aparición de los signos de la edad en la piel. (Pexels/Armin Rimoldi)

. ¿Sorprendida? Teniendo en cuenta que uno de los beneficios estrella del retinol es estimular la síntesis de colágeno, por supuesto que no podía faltar en el plan de medidas para abastecer depósito beauty. “El retinol existe desde concentraciones de un 0,1% a un 1%, y es 'dosisdependiente'. Por lo tanto, a mayor concentración, más eficaz será, pero también puede resultar más irritante para la piel, y no todo el mundo lo tolera. Recomiendo empezar a utilizar concentraciones bajas (entre un 0,1 a un 0,3%), y cuando la piel lo tolere bien, podríamos aumentar la concentración”, indica la especialista en dermofarmacia.