Con la primavera llegan las imitadoras de Jane Birkin y su cesto. El capazo vivía una vida tranquila, a caballo entre el campo y el mar. Llegó la moda, se enamoró de él y empezaron a nacer versiones que ganan en sofisticación y pierden naturalidad. ¿Una cesta premium sigue siendo cesta? En el momento en el que se difumina su funcionalidad y deviene un objeto de estatus, el capazo se convierte en otra cosa: un capazo consciente de sí mismo.