EL BANCO MUNDIAL ALERTA DE QUE LA BRECHA ENTRE LOS PAíSES MáS POBRES Y MáS RICOS DEL MUNDO SE AGRANDA

La mitad de los 75 países más vulnerables del mundo se enfrentan por primera vez en este siglo a una creciente brecha de ingresos con las economías más ricas, según un informe del Banco Mundial publicado este lunes. Dicho informe analiza los riesgos y oportunidades a los que se enfrentan los 75 países que pueden optar a subvenciones y préstamos sin intereses o con intereses bajos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial.

En esos países vive una cuarta parte de la humanidad: 1.900 millones de personas, pero en ellos “se está produciendo un retroceso histórico”. En el periodo 2020-24, la renta per cápita media de la mitad de los países de la AIF ha crecido más lentamente que la de las economías ricas. Esa es la mayor proporción desde principios de siglo, alerta.

Como consecuencia, se está ampliando la brecha de renta. Uno de cada tres países de la AIF es más pobre, por término medio, de lo que era en vísperas de la pandemia de la covid. La tasa de pobreza extrema es más de ocho veces superior a la media del resto del mundo: una de cada cuatro personas de los países de la AIF sobrevive con menos de 2,15 dólares al día. El 92% de las personas que padecen hambre o malnutrición viven en estos países. La mitad de estos países están endeudados o corren un alto riesgo de estarlo. Sin embargo, a excepción del Grupo del Banco Mundial y otros donantes multilaterales para el desarrollo, los prestamistas extranjeros, tanto privados como estatales, se han alejado de ellos, denuncia el organismo.

“La combinación de vulnerabilidades anteriores a la pandemia, crisis recientes superpuestas y problemas más amplios —incluidos los efectos del cambio climático y el aumento de la violencia y los conflictos— está lastrando el desarrollo económico y social de estos países”, señala el informe.

El principal riesgo, advierte el Banco Mundial, es que la débil trayectoria actual de los países de la AIF persista o se deteriore, provocando una década perdida en materia de desarrollo. Los países de ese grupo están especialmente expuestos a las catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático, que con el tiempo se han hecho más frecuentes y costosas. Los casos de violencia y conflicto también han aumentado bruscamente en muchos países de la AIF en los últimos años, lo que supone una amenaza más para la estabilidad y el crecimiento económicos, añade.

África, Asia y el Caribe

Más de la mitad de los países de la AIF (39 de los 75) se encuentran en el África subsahariana. En Asia Meridional, todos los países, excepto India, pertenecen al grupo. Hay 14 (principalmente pequeños Estados insulares) en Asia Oriental, y ocho en América Latina y el Caribe (Nicaragua, Honduras, Haití, Guyana y varios Estados insulares). Del total, 31 países tienen una renta per cápita inferior a 1.315 dólares anuales y 33 son Estados frágiles y afectados por conflictos.

“El mundo no puede permitirse dar la espalda a los países de la AIF”, afirma Indermit Gill, economista jefe del Grupo del Banco Mundial, a través de un comunicado. “El bienestar de estos países siempre ha sido crucial para las perspectivas de prosperidad mundial a largo plazo. Tres de las actuales potencias económicas del mundo —China, India y Corea del Sur— fueron en su día prestatarios de la AIF. Los tres prosperaron de forma que redujeron la pobreza extrema y elevaron el nivel de vida. Con la ayuda del exterior, la actual hornada de países AIF tiene potencial para hacer lo mismo”, añade.

El informe señala el potencial que tienen esos países para aprovechar sus poblaciones más jóvenes, sus ricos recursos naturales y su abundante capacidad para generar energía solar. Sin embargo, para aprovechar la disponibilidad demográfica, necesitan mejorar la educación y la sanidad y garantizar la disponibilidad de puestos de trabajo. Y para sacar partido a su riqueza en recursos naturales, deben mejorar los marcos políticos y crear instituciones más fuertes y capaces de una mejor gestión económica, sostiene el Banco Mundial. “Esto significa mejorar los marcos de política fiscal, monetaria y financiera y avanzar en una serie de reformas estructurales para fortalecer las instituciones y mejorar el capital humano”, indica Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial.

“Un apoyo financiero significativo de la comunidad mundial es esencial para permitir el progreso de los países AIF y superar el grave riesgo de un estancamiento más prolongado”, indica el informe. Una mayor cooperación en cuestiones de política mundial —como la lucha contra el cambio climático, la facilitación de reestructuraciones de deuda más oportunas y eficaces, y el apoyo al comercio y la inversión transfronterizos— también es esencial para ayudar a respaldar los esfuerzos de los países de la AIF y evitar una década perdida en materia de desarrollo. “La historia deja claro que cerrar las brechas de renta y desarrollo entre las naciones más pobres y las más ricas beneficia a todas las economías”, afirma el Banco Mundial.

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