Son muchas las personas que habitualmente juegan algún número de la lotería. Muy pocos terminan ganando cifras astronómicas, pero sus casos siempre llaman la atención. Porque, ¿quién no ha soñado que gana la lotería y ha planeado en qué gastaría el dinero? Sin embargo, a algunos les llegó el momento y no supieron aprovecharlo correctamente. Estos son algunos casos de grandes afortunados cuyas historias no terminaron demasiado bien:
Lara and Roger Griffiths
La historia de este matrimonio terminó en tragedia. En 2005, Lara y Roger Griffiths ganaron 2,76 millones de dólares. Sin embargo, no gestionaron bien el dinero. Se compraron una casa carísima, un Porsche y comenzaron a hacer todo tipo de viajes de lujo. En definitiva, comenzaron a llevar un nivel de vida de personas ricas, sin serlo. El dinero se fue agotando y el golpe final llegó cuando un incendio destruyó su casa y tuvieron que gastarse una fortuna. Por si fuera poco, el matrimonio también se rompió después de 14 años cuando Lara encontró varios correos electrónicos que sugerían que Roger tenía una aventura.
William 'Bud' Post
Una historia verdaderamente impactante es la de William Post. Este hombre ganó en 1988 la lotería de Pensilvania y se embolsó nada más y nada menos que 16,2 millones de dólares. Sin embargo, y después de invertir el dinero en varias empresas familiares, al año estaba completamente arruinado, con una deuda de un millón de dólares.
Por si fuera poco, el dinero le trajo otras desgracias. Una expareja lo demandó y ganó el juicio, haciéndose con un tercio de sus ganancias. Por otro lado, el hermano de Post fue detenido por supuestamente contratar a un sicario para matarlo y así hacerse con el dinero.
Quien también fue detenido fue el propio William Post, que disparó en la cabeza a un cobrador de facturas cuando ya estaba arruinado. "Ojalá esto nunca hubiera sucedido", dijo en varias ocasiones sobre ganar la lotería. Cuando se quedó sin dinero, Post vivió hasta el fin de sus días, en 2006, con 450 dólares al mes y cupones de alimentos.
Sharon Tirabassi
El caso de Sharon Tirabassi también dio la vuelta al mundo. Esta madre soltera, que había incluso recibido asistencia social, ganó nada más y nada menos que 10 millones de dólares canadienses jugando la lotería. Sin embargo, cometió el error que cometen muchos afortunados: se lo gastó todo en una buena casa, un coche grande y un estilo de vida con todo tipo de lujos. En menos de una década, había vuelto a su vida de antes.
Eso sí, Tirabassi fue previsora con respecto a sus seis hijos y puso parte del dinero en fideicomisos para ellos.
Ibi Roncaioli
Otra historia, esta vez escalofriante, es la de Ibi Roncaioli. Esta mujer canadiense ganó 5 millones de dólares en un sorteo de lotería en 1991. Sin embargo, no quiso compartir con su marido, Joseph Roncaioli, en qué se había gastado el dinero.
Posteriormente, Joseph descubrió la verdad: su mujer le había dado nada más y nada menos que dos millones de dólares a un hijo secreto que había tenido con otro hombre. Lo que hizo, según el medio 'Toronto Star', fue envenenar a Ibi con analgésicos.
Fue declarado culpable de homicidio involuntario. Además, pidió a la familia de ella que le ayudara a pagar el funeral.
Andrew Jackson Whittaker Jr.
Otra de las historias más sonadas es, sin duda, la de Andrew Jackson Whittaker Jr. Este hombre, contratista de obras en Virginia, saltó a la prensa en 2002 cuando ganó netos 114 millones de dólares (315 millones antes de impuestos) en un sorteo multiestatal.
Sin embargo, tras ese increíble golpe de suerte, todo se torció. Sufrió dos robos bestiales -en el primero, los ladrones se fugaron con más de medio millón de dólares que Whittaker había escondido en su coche- y las malas gestiones le llevaron a arruinarse en pocos años. En lo personal tampoco le fue bien: su mujer lo dejó y su hija mayor murió de sobredosis.