POR QUé EL PRECIO DEL ACEITE DE OLIVA HA CAíDO A MíNIMOS DEL VERANO PASADO PERO TU BOLSILLO TODAVíA NO NOTARá NADA
EN 1982, el aceite de oliva tenía un coste en pesetas equivalente a 1,2 euros. En 2017, y según datos de Statista, el precio del litro osciló entre 2,69 y 3,15 euros. En agosto del año pasado el precio medio alcanzaba niveles récord de hasta 9,40 euros el litro, mientras que en origen observatorios de referencia como Infaoliva señalaban un coste de 7,9 euros el kilo, el más alto del que tienen registro.
Con los consumidores buscando otras alternativas para cocinar o racionando el "oro líquido" en sus cocinas, 2024 no comenzó con buenas noticias ni esperanzas: la escalada de precios acumulaba un incremento interanual del aceite de oliva virgen extra del 72,8% —entre febrero de 2023 y febrero de 2024—, según un informe llevado a cabo por Facua-Consumidores en Acción.
Aceite de oliva: variedades más famosas y qué hace diferente a cada una
En febrero, el producto estrella de la dieta mediterránea continuó su escalada: su precio se elevó un 4,3% con respecto a enero.
Sin embargo, esta primavera se ha producido un fenómeno al que no apuntaban las quinielas: las abundantes lluvias en zonas olivareras de las últimas semanas y la bajada de la demanda —solo en febrero cayó un 25,4% debido a su elevado precio— han provocado que el precio del aceite de oliva virgen extra caiga hasta alcanzar el mínimo de julio del año pasado, tal y como recoge Jaén Hoy.
¿Cuánto ha descendido en origen el precio del aceite de oliva?
Según El País, la caída de los precios en origen del mercado del aceite de oliva de España se sitúa en el 20% para un virgen extra y en porcentajes ligeramente más bajos para el virgen y lampante. Los últimos datos del sistema Poolred del 10 abril están en 7,21 euros/tonelada para el virgen extra, un mínimo que no se veía desde el 4 de julio de 2023.
El dato forma parte de una tendencia bajista: la información registrada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) confirma una bajada progresiva en todas las categorías de aceite de oliva en las últimas seis semanas. En menos de un mes, los precios en origen han caído alrededor de 1,5 euros.
La Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) explica los factores del descenso: las escasas operaciones de la segunda quincena de marzo, las lluvias primaverales —especialmente en Andalucía— y las necesidades de los productores agrarios de liquidar la cosecha.
El consumidor lo sigue pagando caro
Pero el consumidor todavía no ha notado dicha bajada en su bolsillo, ni de lejos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) señala en 2023 una subida del 55% del aceite, y si atendiésemos a los últimos cuatro años, el incremento asciende al 175%.
En 2024, la OCU registra que el precio en el supermercado ha seguido subiendo: el aceite de oliva virgen extra de marca blanca en botella de plástico de un litro ha subido un 7% (de 9,20 a 9,84 euros); el suave de marca blanca, un 21% (de 7,66 a 9,21 euros): y el virgen extra de una marca de fabricante, un 23% (de 12,67 a 15,33 euros).
Desde la OCU hacen un llamamiento urgente pidiendo una reducción del IVA del aceite de oliva del 5% al 0%. La medida, contemplada en el Proyecto de Ley del Gobierno, aliviaría la carga económica del alza de este producto para los consumidores.
Pese a que los precios en origen han descendido por la cosecha más abundante, el retorno de las lluvias y una disminución en la demanda y las exportaciones, los cooperativistas se muestran escépticos con respecto a los lineales y anticipan que los precios en el supermercado no caerán hasta que se materialicen los resultados de la próxima cosecha.
"No esperamos una disminución abrupta de los precios, al menos hasta finales de año o principios del próximo, cuando sea evidente que la cosecha será abundante", señala en declaraciones recogidas por La Sexta, Rubén Galián, de la cooperativa Nuestra Señora de la Cabeza.
En declaraciones a Invertia de El Español, Rafael Sánchez de Puerta, presidente de Cooperativas Agroalimentarias, señala que no cree que la bajada llegue a los consumidores. El sector cree que no llegará a verse un alivio del 10% este año. Como mucho, una fluctuación de precios imitando unos "dientes de sierra".
Según Sánchez de Puerta, si la próxima cosecha —la que se recogerá el próximo mes de noviembre— es buena, el rendimiento del kilo será menor, por lo que conviene vender el stock mientras siga alto. Así, los precios en origen descienden porque hay más oferta a la venta.
"La realidad se va a acabar imponiendo en el mercado. ¿Y cuál es la realidad? Que hay el aceite que hay, que queda todo el año prácticamente y que con esta situación de oferta y demanda alta, pues no tienen que producirse estas bajadas", declara a Invertia el presidente de Cooperativas Alimentarias.
El año pasado, dos especialistas —Fernando Castelló Sirvent, economista, profesor e investigador en la Universitat Politècnica de València y Miguel Otero, cofundador de la plataforma Sin Comisiones—, también señalaban a Business Insider España que los precios del aceite de oliva podrían comenzar a descender a mediados de 2024 si aumenta la oferta y que bajarían a lo largo de 2025.
El agricultor Tomy Rohde, con más de 53.000 seguidores en redes, es otra de las voces que confirman un pronóstico similar. En su cuenta de X señalaba el pasado mes de marzo que el precio del aceite de oliva no va a bajar "de momento", sino que seguirá al alza. Si el tiempo mejora, la sequía se apacigua y el olivo respira, "la tendencia empezará a cambiar el año que viene".
A la hora de pagar por el aceite de oliva, este agricultor destaca una larga serie de cosas que han subido: el carburante, el transporte, el abono o los fitosanitarios. Habrá que tener un ojo puesto en el oro líquido durante los próximos meses.
Por su lado, el profesor de economía de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, compartió su teoría sobre el costo del aceite de oliva en el programa Más vale tarde de La Sexta. Según su perspectiva, para que el precio baje tendría que haber una buena cosecha, que no se espera. "Si llueve lo normal, previsiblemente tendremos en 2025 la mejor cosecha de la historia", dice.
"Los precios que están ahora por encima de los 8 euros bajarán hasta los 4 euros", se atrevió a pronosticar.
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