Los caracoles a la madrileña son un plato tradicional de la cocina española, específicamente de la región de Madrid. Consisten en caracoles cocinados en una salsa sabrosa y aromática, típicamente a base de ajo, pimentón, vino blanco y caldo. Este plato es popular en bares y restaurantes de Madrid, especialmente durante la temporada de verano, cuando se considera una tapa o aperitivo delicioso para disfrutar con amigos y una bebida fresca.
La preparación de los caracoles a la madrileña varía según la receta y los gustos personales, pero suele implicar limpiar bien los caracoles y luego cocinarlos lentamente en una salsa que realza su sabor único. A menudo se sirven acompañados de pan para mojar en la salsa y disfrutar de todos los sabores. Con tan solo 15 minutos en la cocina, podrás reunir todos los ingredientes para preparar esta receta que resiste el paso del tiempo.
Los caracoles a la madrileña adquieren su delicioso sabor a través de una combinación de ingredientes cuidadosamente seleccionados y una preparación que exalta sus sabores naturales. Comenzando con un kilogramo de caracoles congelados, se sumergen en una olla con agua sazonada con sal y laurel, cocinándolos a fuego moderado durante 45 minutos para asegurar su tierna textura y eliminar cualquier rastro de impurezas.
Mientras los caracoles se cocinan, se prepara la base de la salsa en una cazuela, donde se calienta aceite de oliva y se añade pan de molde frito, que aporta una textura crujiente y absorbe los sabores de la salsa. Luego, se sofríen la cebolla picada y los dientes de ajo en láminas, creando una base aromática que será el corazón de este plato tradicional. Una vez que la cebolla y el ajo estén transparentes, se agrega el chorizo cortado en rodajas y el jamón serrano en cuadrados, junto con laurel troceado, pimentón dulce, pimienta de cayena, hierbabuena y sal al gusto.
Esta mezcla se deja rehogar durante unos minutos, permitiendo que los sabores se integren y se potencien. Después, se incorporan los tomates rallados, aportando frescura y un toque ácido a la salsa. Se cocina todo junto a fuego suave durante 10 minutos, permitiendo que los sabores se desarrollen plenamente. Finalmente, se añaden los caracoles junto con parte del agua de su cocción, y se deja cocinar todo junto durante otros 10 minutos, asegurando que los caracoles absorban todos los sabores de la salsa.
Una vez que los caracoles estén tiernos y la salsa haya adquirido una consistencia rica y aromática, se retira del fuego y se deja reposar durante unos minutos antes de servir. Los caracoles a la madrileña se sirven calientes, acompañados de un buen trozo de pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa, ofreciendo así una exquisitez gastronómica que deleitará a todos los comensales.
La entrada Caracoles a la madrileña: un guiso que resiste el paso del tiempo y se puede preparar en 15 minutos aparece primero en Moncloa.
2024-04-17T14:35:31Z dg43tfdfdgfd