LA CIENCIA CONFIRMA QUE EL SíNDROME DEL HOMBRE BAJO ES REAL Y TIENE CONSECUENCIAS

Si de algo no podemos presumir los españoles es de ser una población especialmente alta. De hecho, si nos comparamos con el resto de países de nuestro entorno, podemos afirmar más bien lo contrario. Aunque a nivel global sí es cierto que estamos por encima de la media según uno de los estudios más exhaustivos realizados en los últimos años.

Y es que la investigación, publicada en The Lancet, certifica que la estatura media de los hombres españoles en este caso de de 176 centímetros, lejos de los neerlandeses, que lideran la clasificación con 183 centímetros.

La genética o el estilo de vida, en el que la nutrición desempeña un papel fundamental, explican entre otros factores el crecimiento y el desarrollo físico de la población que a la postre también tiene implicaciones a nivel psicológico y de comportamiento.

Al menos es lo que se desprende de un trabajo centrado en analizar el denominado ‘Complejo de Napoleón’, en referencia al líder francés Napoleón Bonaparte, que apenas alcanzaba los 170 centímetros de estatura, pero que ejercía su poder con mano de hierro.

Este síndrome, por denominarlo de alguna manera, se centra en la creencia popular de que la baja estatura es una desventaja para los hombres, lo que puede provocar comportamientos compensatorios.

Por ejemplo, según algunas investigaciones, los hombres más bajos pueden mostrar comportamientos agresivos indirectos hacia los hombres más altos, mostrar flexibilidad conductual en la obtención de recursos cuando son físicamente menos competitivos y son más propensos a sentir celos de sus parejas románticas.

Estatura y ‘triada oscura’

Uno de los últimos estudios que han tratado de profundizar en esta cuestión ha analizado si existe una conexión entre lo físico y lo psicológico, relacionado con los rasgos de personalidad de la llamada ‘tríada oscura’, en la que confluyen psicopatía (falta de empatía y comportamientos antisociales), narcisismo (egocentrismo y grandiosidad) y maquiavelismo (manipulación y cinismo pragmático.

Y los resultado, publicados Personality and Individual Differences, confirmaban que los participantes más bajos deseaban ser más altos y puntuaban más alto en los tres rasgos de la ‘tríada oscura’, lo que puede llevarles a exigir respeto, imponer costes a los demás y a tratar de impresionar a sus parejas.

No en vano, los investigadores responsables del trabajo afirman que cuando las personas no pueden ser físicamente formidables, pueden serlo psicológicamente. En cualquier caso, es pertinente mencionar que el estudio tiene ciertas limitaciones, como la reducida muestra (367 participantes), que evidentemente impide sacar unas conclusiones más consistentes.

No obstante, sí ofrece una visión de por qué se producen según qué comportamientos en personas con un estatura baja real y percibida o por qué surge una cierta necesidad compensatoria. Pero una vez más, son rasgos de personalidad muy concretos que pueden asociarse igualmente a personas de mayor estatura. La baja estatura quizá sea un factor que explique porqué sentimos la necesidad de reivindicarnos ante los ojos de los demás o de impresionar en determinados momentos. Pero no deja de ser una hipótesis.

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