LA FORMA CORRECTA DE EVITAR LA PéRDIDA ACELERADA DE MASA MUSCULAR Y FUERZA A PARTIR DE 50 AñOS

La sarcopenia, una afección del músculo esquelético provocada por la edad, ha sido reconocida como una enfermedad muscular caracterizada por la atenuación progresiva de la masa muscular. Esa pérdida puede afectar aún más a la fuerza muscular y a su rendimiento funcional, lo que a su vez se traduce en un alto riesgo de dificultad física y discapacidad en las personas.

Esta condición suele aparecer a medida que avanza la edad y va acompañada de una serie de comorbilidades crónicas o trastornos de salud a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, artritis, diabetes mellitus e ictus por lo que podemos hablar sin temor a equivocarnos de un grave problema que puede reducir la capacidad funcional y procurar un envejecimiento menos saludable.

Tradicionalmente, la prescripción lógica para tratar de paliar este problema se ha centrado en la actividad física y, más concretamente, en el entrenamiento de fuerza. El músculo es salud por lo que preservarlo a través del ejercicio físico es la mejor estrategia para prevenir las contingencias de enfermedades como la mencionada sarcopenia o la osteoporosis.

Y es que este tipo de entrenamiento, basado en el aprovechamiento de la resistencia, es decir, una fuerza opuesta contra la que los músculos tienen que esforzarse, es el enfoque ideal, junto con el ejercicio de cardio, para promover un mejor envejecimiento con el menor número de achaques posibles.

La unión hace la fuerza

No obstante un poco de ayuda nunca viene mal ya que, en ocasiones, puede no bastar con utilizar el propio peso corporal, pesas o mancuernas, bandas elásticas o balones medicinales para lograr los resultados deseados.

Y precisamente esa problemática es la que aborda un reciente metaanálisis publicado en la revista Nutrients, que ha analizado la eficacia de la suplementación proteica, el entrenamiento de resistencia o el tratamiento combinado para fomentar un mejor desarrollo de la masa muscular en la población adulta.

Y la principal conclusión, tras reunir 78 estudios y procesar los datos relativos a más de 5.000 personas, es que la mejor estrategia para el crecimiento muscular con el objetivo de prevenir la sarcopenia o mitigar sus efectos es la combinación del entrenamiento de fuerza con la ingesta de suplementos de proteínas.

La mejor proteína para el músculo

Pero no cualquier suplemento ya que la proteína whey ha demostrado ser la más efectiva junto con los ejercicios de resistencia para fomentar las ganancias de masa muscular y fuerza, así como para la restauración de la movilidad física.

En muchas ocasiones hemos comentado que, en condiciones normales, debería bastar con la dieta para cubrir las necesidades del organismo y que sólo hay que recurrir a la suplementación, siempre bajo supervisión médica, en aquellos casos en los haya que contrarrestar un posible déficit o se trate de dar respuesta a un objetivo específico. Como puede ser el caso de la pérdida muscular conforme avanza la edad.

Así pues, la proteína whey, que cuenta con el máximo respaldo del Instituto Australiano del Deporte, organismo de referencia encargado de clasificar los distintos suplementos en función del nivel de evidencia científica sobre sus efectos y de su seguridad para la salud, puede ser una gran aliada para mejorar la salud del músculo.

Ventajas adicionales

Además, incorporar la proteína whey en forma de batido o como parte de otro tipo de elaboraciones, puede ser una manera sencilla de no pasarse todo el día comiendo carne, pescado, huevos, lácteos o legumbres, entre otros alimentos proteicos, para tratar de cubrir los requerimientos necesarios.

Del mismo modo, si lo que necesitas es proteína pura y dura y llevar un control de las cantidades lo más exacto posible también puede ser muy útil recurrir a ella. Por no hablar de que no supone un gran desembolso y de que además tiene propiedades saciantes.

Ya lo sabes, más allá de una cuestión meramente estética, incorporar la proteína whey a la dieta, con la correspondiente prescripción médica, y realizar entrenamiento de fuerza garantiza, como confirma la ciencia, que nuestros músculos serán más fuertes y nos permitirán contrarrestar los efectos de la sarcopenia. Merece la pena.

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